Joana Romeu, traducció

...] Azules lejanías, caminos floridos, visiones de fiesta popular, y rostros gentiles de niños y de graciosas doncellas se mezclan en las grandes figuras de poetas, literatos y sociólogos, y a la cabeza venerable de su señora abuela quien parece muy contenta de la compañía y con sus cabellos blancos y su mirada serena parece decirnos:



"Sí ... Es ella quien de nuevo nos ha creado, ella la mujer artista, quien ha hecho aún otra obra bien fructuosa: la de mostrar que en nuestra tierra la mujer vive siempre en el artista, como esta esposa y madre ejemplar de catorce hijos. Sí, ella es, la que, pequeña, pequeña y graciosa, con sus ojos inmensos y su cuerpo ondulante de jovencita, ha llenado esta sala de belleza. Ella es la que ha escrutado sin descanso el misterio de los milenarios olivos enigmáticos y monstruosos, de fantasmagoría dantesca, prometiéndonos en días no lejanos el estallido de su revelación".



Así parece decir de la hija, su señora abuela, desde su marco de oro, toda gozosa de las alabanzas que aparenta escuchar devotamente.



[...] debemos agradecerle, entre otras cosas, el habernos hecho saborear en su cuadro "una española" la graciosa belleza de Isabel Sans y Rosselló, distinguida poetisa, reina que fue de los últimos Juegos Florales de Palma, e hija de la notable escritora mallorquina Coloma Rosselló de Sans.


Joana Romeu




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